Si tienes en mente adquirir bombillos LED para lograr un ahorro en cuanto a energía en tu hogar, oficina o negocio, estamos convencidos de que la elección no ha sido fácil. Para saber qué bombillo LED elegir y cuál nos conviene más, debemos tomar en cuenta varias características de la misma; como la potencia en lúmenes, el ángulo de apertura de la luz, la temperatura y por último pero no menos importante, que la luz se adecue perfectamente al uso que le daremos.
¿Cuál es la bombilla LED que nos convien
e más?
Lo primero que debemos saber a la hora de elegir una iluminación LED, es que los bombillos se diferencian principalmente (entre varios otros factores) por la cantidad de LEDs que tienen, que puede ser desde tres hasta series de 20 como máximo. También podemos notar diferencias en el material en que se realizan estos bombillos LED, mientras más densidad de material activo, más eficiente y costosa es la bombilla, pues alumbra más. Los bombillos LED de baja densidad son más económicas pero tienden a dañarse más rápido, por lo que recomendamos adquirir luces de LED de fabricantes conocidos.
En la actualidad, el modelo de mayor duración es el de 3 o 5 LEDs de alta densidad, porque brinda suficiente iluminación para su utilización doméstica media.
Potencia en lúmenes
Los lúmenes indican la cantidad de luz que genera un bombillo LED mientras que los vatios, la cantidad de electricidad que consume. Es por ello, que las luces de LED suponen hasta un 80% de ahorro eléctrico, ya que pagaremos en cuanto a la cantidad de vatios que se consumen. Lo normal es hasta 90 lúmenes como máximo.
Angulo de apertura de luz
Un ángulo menor a 40° logrará un efecto foco, lo que sirve para iluminar espacios pequeños, por el contrario un ángulo más abierto, de 120° por ejemplo, brinda mayor iluminación con un solo bombillo LED, usadas principalmente para iluminar habitaciones grandes. Es por ello que debes consultar sobre el ángulo dependiendo del sitio que deseas iluminar.
Temperatura
La temperatura de las luces LED se miden por grados Kelvin, por lo que las podemos clasificar en tres tipos:
- Blanco frío: 5800k, luz blanca bastante intensa excelente para iluminar garajes y trasteros.
- Blanco Puro: 4500K, intensidad media: cocinas, baños, entre otros.
- Blanco cálido: 3000K, luz tenue, salas o habitaciones.