Iluminación pública LED, por un futuro sostenible

Hoy en día, es conocido que las  ciudades  se basan en diferentes aspectos para su progreso, como la sustentabilidad. En cuestiones de alumbrado público esto implica necesariamente, instalar una iluminación que reporte un gran ahorro energético, que sea ambientalmente amigable con el entorno y a la vez aporte una elevada eficiencia luminosa. En tal sentido se ha ido desarrollando la tecnología LED a pasos agigantados, pues se han creado dispositivos  que están sustituyendo paulatinamente las tradicionales lámparas de vapor de sodio, tanto de alta como baja presión, que se utilizan en el alumbrado público.

Estas luces son muy efectivas en las ciudades, donde se necesitan ciclos de apagado y encendido rápido, colores de alta calidad y un bajo costo de mantenimiento. Algunos expertos plantean que cada ciudad tiene personalidad única en cuanto a iluminación se refiere, pues esta puede variar en función de su historia, costumbres, ubicación geográfica, y por su desempeño económico.

Es conocido que la iluminación incluye disímiles espacios, como la iluminación de carretera y de lugares públicos en general, lo que permite mejorar la seguridad. Juega además un importante papel social, contribuyendo a la disminución del crimen en general y promoviendo la utilización en las noches de espacios visitados por las personas y zonas turísticas.

La vía pública y las grandes autopistas, se benefician sustancialmente de los bombillos que las iluminan, favoreciendo su desarrollo y minimizando las posibilidades de accidentes, lo que propicia el aumento de la seguridad de peatones y  conductores.

En República Dominicana, se debe poner especial interés en elevar el rendimiento de las luminarias actuales y mejorar permanentemente la calidad de los bombillos que se utilicen en nuestras ciudades, con esto el ahorro energético aumentaría, factor que incidiría directamente en la mejora de la economía del país.

Lámparas de calleInnumerables son las ventajas que poseen este tipo de luminarias, características que las convierten en una fuente de luz ideal para infinidad de aplicaciones. Es de señalar que una lámpara de vapor de sodio de 6500 lumens, proporciona 3500 lumens de emisión de luz útil, mientras que una luminaria LED de 5800 lumens proporciona 4400 lumens de emisión de luz útil, lo cual se revierte en más luz sobre los objetos o vías a iluminar, la diferencia sin dudas, es notable.

Los diodos permiten que estas luces tengan una vida útil en óptimas condiciones de funcionamiento superior a las 50.000 horas. Para una bombilla que está encendida 8 horas al día, esta durabilidad sobrepasa los 17 años de uso. Mientras que las lámparas de sodio de baja presión pueden tener una vida operativa de 7000 horas antes de ser sustituidas y las de vapor de sodio a alta presión unas 10000 horas de vida útil operativa, antes de cambiarlas.

Otro beneficio significativo es la direccionalidad de la luz, pues las luces LED  en el alumbrado público permiten concentrar la iluminación en determinada zona, evitando perjudicar a las personas que tengan una ventana cerca de una farola.

En temas de colores MundoLed aconseja que los colores fríos se utilicen para la iluminación vial y los cálidos en centros históricos. No obstante, es permitido utilizar cualquier color en ambos lugares.

En nuestras tiendas en República Dominicana contamos con ofertas de esta gama de productos, por ejemplo: Campanas, ideales para almacenes,  supermercados o cualquier construcción de gran tamaño que necesite buena calidad de luz y Lámparas de Calles diseñadas especialmente para cubrir las necesidades de iluminación en avenidas, grandes  autopistas, estacionamientos, entre otros.

Nuestra meta es ambiciosa, deseamos que el alumbrado de nuestra nación sea completamente LED, un paso necesario para asegurar un país más verde y sostenible.